Castillo de Yéquera en Lacorvilla, Zaragoza

Situación

El Castillo de Yéquera se encuentra en el despoblado del mismo nombre, sobre una pequeña elevación en un agreste y solitario valle situado a poco más de 5 kilómetros de la localidad de Luna, y a unos 2 kilómetros de Larcovilla, sobre el valle que forma el llamado Barranco de la Ruta, a poca distancia de la ermita de Nuestra Señora de Yéquera, en la comarca de Cinco Villas de la provincia de Zaragoza.

Se puede llegar a él saliendo de Luna por la carretera que va hacia El Frago. Al dejar las ultimas casas del pueblo de Luna, a menos de 500 metros, hay un desvío (el primero) a la derecha, una estrecha carretera asfaltada en buenas condiciones. A un kilómetro y medio se encuentra el castillo de Obano. Poco después hay un indicativo bien visible que indica "castillo de Yéquera", que en 3,5 kilómetros nos lleva al castillo de Yecra.

Historia

En el siglo X, dos siglos después de la invasión musulmana de la Península Ibérica, el Reino de Pamplona y el Condado de Aragón eran pequeños territorios amenazados por al-Ándalus. Para defender sus fronteras con los sarracenos, levantaron numerosas fortificaciones y otras fueron aprovechadas a los moros.

En el siglo siguiente (XI) el Reino de Aragón, tras su avance de reconquista hacia el sur en el último cuarto del siglo, fortificó su frontera meridional para asegurar el dominio de las tierras ganadas a los musulmanes. No tardaron en proliferar nuevos castillos y torres defensivas por toda la zona.

Los castillos fronterizos de Aragón eran generalmente de pequeñas dimensiones, y se construyeron en puntos estratégicos, defendiendo el acceso a valles, villas, pasos de ríos y vías de comunicación importantes. Se limitaban a un pequeño recinto amurallado del que emergía una esbelta torre, frecuentemente acompañada de su iglesia románica, formando el tradicional conjunto castillo-iglesia, tan común en los castillos de origen cristiano del Alto Aragón.

La actual comarca de Cinco Villas de la provincia de Zaragoza, territorio de frontera entre moros y cristianos entre los siglos X y entrado el XII, conserva hoy día varios de estos castillos de frontera, unos en ruinas, otros transformados, y otros han desaparecido.

De este modo, castillos o fortificaciones como Biota, Obano, Ballesta, Yecra, Sos, Uncastillo, Biel, Sibirana, Villaverde o Luesia, entre otros, formaron parte de la franja fortificada fronteriza o extremadura aragonesa, con territorios musulmanes de al-Ándalus.

Los orígenes del castillo de Yecra se remontan a una fortificación de más que probable origen musulmán que hubo en la zona, posiblemente del siglo X. Tras el avance cristiano de reconquista hacia el sur en el ultimo cuarto del siglo XI, en 1903 el rey aragonés Sancho Ramírez mandó a su merino Bazco Azón repoblar la zona y construir una fortificación, para asegurar el dominio y el control de las nuevas tierras reconquistadas a los moros. Alrededor de la fortificación no tardaría en surgir un núcleo de población.

Yecra formó parte de la línea defensiva o extremadura fortificada fronteriza aragonesa, con territorios musulmanes de al-Ándalus.

El castillo tuvo importancia, pues se situaba en un punto estratégico junto al camino de Ejea y Luna a Huesca, una importante vía de comunicación y ruta comercial, que vigilaba y controlaba con el vecino y próximo castillo de Obano. Más adelante, tras el avance aragonés de reconquista por tierras más meridionales del valle del Ebro, la ruta caería en desuso. El lugar poco a poco se fue abandonando y deshabitando.

De la antigua fortificación del siglo XI no se conserva nada. Sobre sus ruinas se construyó en los siglos XIV, XV un nuevo castillo de estilo gótico, que pertenecería a la familia Luna.

Descripción

El castillo estaba formado por un recinto amurallado de no grandes dimensiones y planta irregular, compuesto por dos cuerpos, hoy separados, con su gran torre gótica en uno de los extremos, y una sala alargada, cerrada por los restos de un torreón menor, en el otro extremo.

La esbelta torre señorial es de planta rectangular de unos 9 por 7 metros de lados, y alcanzaría los 15 metros de altura. Conserva parte de su remate almenado, y ménsulas que aguantaban garitones en sus esquinas. La torre se estructura en tres plantas, y se accedía a ella por un arco de medio punto. Se encuentra agrietada por alguno de sus lados.

Del resto del recinto, destaca un muro alargado de lo que fue la sala, que conserva varias saeteras en su estructura, así como los restos de un torreón de planta cuadrada que cerraba el recinto en el extremo opuesto de la torre señorial. Conserva su entrada, con arco de medio punto, y varias ventanas apuntadas, evidenciando su condición residencial.

Lo que fue el interior del recinto se encuentra en pésimo estado, pues la abundante vegetación de su interior dificulta ver lo que queda. Quedan mínimos restos de muros sobre el terreno.

A apenas 100 de las ruinas del castillo se conserva la iglesia o ermita románica de Nuestra Señora de Yecra, que acompañaba a la antigua fortificación del siglo XI.Se encuentra en estado de ruina progresiva.

Propiedad y uso

Es propiedad del Ayuntamiento de Luna.

Visitas

El acceso es libre.

Protección

El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Alrededores

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