La iglesia de San Salvador de Valdediós se encuentra en la población de Valdediós, concejo de Villaviciosa, provincia de Asturias.
Este templo fue consagrado en 893 por siete obispos.
En este edificio se combinan las técnicas por entonces consagradas del arte asturiano (incluso técnicas romanas) con la irrupción de un nuevo orientalismo de cuño andalusí.
Entre las características de esta propias del consagrado arte asturiano podemos encontrar la simetría bilateral de sus volúmenes (propia del código ramirense), el abovedamiento total y la ornamentación pictórica de las cubiertas, las proporciones alargadas y el destacado crecimiento en altura, la tribuna de fábrica situada a los pies, la cabecera tripartida con la cámara supraabsidial sobre el santuario, o el empleo de contrafuertes concatenados.
Llama la atención el afán de sus constructores por dotar al edificio de un esquema compositivo sencillo y racional, ordenado, un sistema organizativo profundamente romano que inspiró también las más bellas soluciones del contemporáneo arte cordobés.
En el centro de la fachada occidental se encuentra el arco de acceso, de insinuada herradura, y encima de él una ventana de arcos semicirculares sobre columnillas. Este hueco crea un deslumbrante efecto de contraluz, proyectando sus haces luminosos hacia el la tribuna. La cruz apocalíptica con el alfa y la omega, emblema del Rey Magno, preside el imafronte, manteniendo un tolerante diálogo con el remate en merlón dentado, de resonancias cordobesas. Las ventanas, con sus cesuras luminosas, exaltaban la policroma capa que recubría muros y bóvedas de los espacios de mayor relevancia litúrgico.
Uno de los rasgos más sobresalientes e innovadores de este templo es el llamado pórtico real, anexo al lado sur del edificio. Se trata de una estrecha nave rectangular cubierta por una bóveda de cañón, sostenida por cinco arcos peraltados que descansan sobre capiteles empotrados en el paramento sur del porche y sobre columnas entregas a los estribos del templo. Estos apoyos están enlazados mediante una arquería ciega heredera de los edificios ramirenses. Destaca la nueva ornamentación, centrada en capiteles y ménsulas, pero espacialmente en las celosías de elaborados atauriques y lacerías cordobesas. La decoración principesca asume un nuevo repertorio, preciosista y abstracto, que obedece a otra categoría de modelos y halla su inspiración en el esplendor y la fastuosidad del arte califal.
Se encuentra en buen estado de conservación.
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MonumentalNet agradece la colaboración de Javier Agudo García y Ramón Sobrino Torrens
Fecha de última modificación: 06/11/2022
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